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Los Tres Principios Medulares de la Revolución Pedagógica:

1º) Reconocer el insoportable sufrimiento de millones de seres humanos”, sabiendo que puede ser revertido con mínimas decisiones políticas a nivel mundial. Tan solo, entre muchas implementaciones posibles, con la determinación de no destinar más riquezas al monopolio armamentístico y reduciendo el nivel de corrupción, se terminaría con esta agonía desesperante de los excluidos del sistema.


2º) Reconocer la inexorable destrucción de los recursos naturales”, sabiendo que con regular la ambición desenfrenada de los poderes multinacionales por enriquecerse a costa de explotar indiscriminadamente la materia prima a disposición, y que, redistribuyendo sensiblemente la capacidad comercial de manera igualitaria entre todos los productores, mediante un plan humanizado que reponga, compense o suplante los bienes extraídos a la tierra, se devolvería el equilibrio al ecosistema y la salud al planeta.


3º) Reconocer la falta de valores y el deterioro ético del presente”, sabiendo que con una educación humanizada impartida desde todos los sectores sociales, establecimientos educacionales, medios de comunicación y difusión, organismos benefactores, desde el estado mismo y desde el grupo familiar, es posible reconstruir una nueva humanidad, más sensible, más amorosa, más creativa y más honrada de la conciencia que la distingue. Comenzando por el placer del respeto, el encanto de la solidaridad, y la satisfacción del servicio desinteresado a la sociedad.

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El soldado Aon busca a los Comandantes de la Nueva Revolución

¿Dónde estáis, Activistas de la nueva Rebelión Pedagógica?


Políticos y apolíticos, politiqueros, capitalistas y comunistas, socialistas; de derecha, de centro e izquierda, pensadores, filósofos y artistas; creyentes y no creyentes, ateos, soñadores y utopistas.

Todos habéis sido llamados a participar de la Revolución Pedagógica por una Nueva Educación Humanizada.


Único requisito:

“Hacer honor a la propia humanidad y a los valores que destila el corazón”.


Sois todos bienvenidos, sabios e idealistas, críticos y humoristas, poetas y guerreros, santos y pecadores, todos aquellos que tenéis algo que decir y los que no tenéis nada para decir también.


¡Oíd el llamado de este soldado raso del pueblo humilde que os ha invitado para el repudio de toda insensibilidad!


En las filas de estas huestes no se diferencia sexo ni edad, ni color, cultura o clase social, no se distinguen religiones, países o idiomas, ni se discriminan pensamientos ni ideas disímiles para el enriquecimiento de la hermandad planetaria.


Se buscan Comandantes que no teman a los coartadores de la creatividad y belleza artística de todas las capacidades por simples que fueran, como expresión sublime de la bondad intrínseca ahíta en la Verdadera Naturaleza Humana.


Símbolo de la Paz

Símbolo de la Paz
Gerald Holtom (desarme nuclear) 1958

a la memoria de:

Rachel Corrie -

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. *▲º . @on

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Democracia Capitalista Humanizada (Humanista y Humanitaria)


· Crítica al Capitalismo

· Crítica al Comunismo y al Socialismo

· Crítica a la Democracia

· La solución en un Nuevo Sistema alternativo

Desde aquellas épocas de antaño, anteriores a nuestra era, en las que predominaba el sistema de trueque, y pasando por otras variantes de intercambio en el proceso de mercantilización, el capitalismo del siglo XVIII se alza definitivamente sobre el cadáver de la “economía feudal” (que rigió hasta el siglo XV), con la dirección ideológica de uno de sus más grandes exponentes, Adam Smith (1723-1790), quien proclamaba que éste es el medio más adecuado para posibilitar la Revolución Industrial a nivel nacional, y más tarde a nivel internacional para llegar al mercado globalizado de la actualidad. Su visión enmarcada en la “economía clásica” de la especialización del trabajo y del libre mercado (contemporánea de la “economía fisiocrática”), fue el motor que puso en marcha el crecimiento de la sociedad moderna.

Es evidente que sin esta nueva composición económica, la humanidad no se hubiera desarrollado de la forma que lo hizo, y en el caso de haber persistido en el modelo anterior o se hubiera podido sostener este crecimiento. Sin embargo, esta ciencia económica dista de la filosofía moral y la ética elevada que los primeros visionarios le imprimieron; llegando a ser, además del símbolo principal del progreso, una forma indirecta de exterminio masivo silencioso para todos aquellos que no pudieron insertarse y adaptarse a este nuevo movimiento, por el sólo hecho de no haber sido parte del destino evolutivo económico de la civilización. Semejante a una tétrica «selección natural», capaz de aniquilar millones de seres sin el recurso de un solo disparo o de una guerra, sin la abominación de genocidios y holocaustos, ni necesidad de propagación de pestes transportadas con la misma colonización imperialista, aunque, obviamente, todo esto se sumó para acelerar la extinción de toda otra forma de interdependencia humana e interrelación de los dones y capacidades innatas en cada ser humano.

Antes de entrar en ciertas apreciaciones personales sobre estas tres palabras (humanizada, humanista y humanitaria), que combinadas pueden dar la visión de un mundo muy extraño al conocido en este siglo XXI, es necesario aclarar, para no generar suspicacias en cuanto a mi posición, que he nacido en un país democrático, que vivo en una democracia y que el sistema que me sustenta es capitalista. A su vez, debo reconocer que este sistema capitalista ha dado buenos resultados tanto a los miembros de mi familia como a mí, y por ello, he transmitido estos mismos valores a mi hijo desde muy corta edad, habiéndole proveído permanentemente pequeños montos de dinero y estimulándolo a administrar él mismo sus ahorros para poder adquirir los objetos que mas apreciaba tener; porque tengo bien sabido que el gusto por decidir uno mismo y honradamente la economía de su propia existencia social, ayuda a desarrollar responsabilidad mientras que afirma la personalidad mediante la seguridad en sí mismo, en la propia capacidad, que al final termina alimentando la autoestima.

Estoy convencido que la habilidad para procurarse decentemente un bienestar económico es un asunto de gran envergadura en lo que atañe al crecimiento y evolución de la persona y de la civilización en su conjunto. Sin embargo, cuando la triste realidad se impone y llama a nuestra puerta, toda prosperidad individual se ve opacada, y entonces, en la justicia de concluir un dictamen veraz y fehaciente, debo decir que el sistema en el cual me sostengo se revela abrumadoramente ineficiente.

Fue cuando, sin descuidar mi vida de “mediana clase media”, comencé a tratar de ver la raíz del problema imperante intentando de encausar una ayuda solidaria para no sentirme mal por la sensación de disfrutar la vida y ser feliz. Y fue entonces que descubrí la insensibilidad de nuestro sistema, que a su vez, es causante de mayor insensibilidad en las personas que lo tutelan, ocasionando un efecto de reciprocidad deterioradora que desgasta los valores humanos y la conciencia humanista, incidiendo negativamente en la reducción de los actos humanitarios.

De este modo, sentí profunda perturbación al entender la razón de los motivos que quizá originaron estas fallas, estas fisuras cada vez más hondas, estas brechas cada vez más insondables que se suscitan entre los poderes de esta economía y quienes se han beneficiado de la misma, y, al concluir que vano era mi intento de que todos los padres del mundo pudieran hacer lo mismo que yo hacía con mi hijo. Pero incluso esta posibilidad de educar humilde y sencillamente en las virtudes capitalistas es un desmesurado exceso, comparado con las millones de personas alrededor del planeta que subsisten con menos de un dólar diario, con los cientos de miles de niños que no llegan a la adolescencia al morir prematuramente por desnutrición e inanición, con las millones de familias en el mundo entero que viven sin un techo, abandonados por el sistema, al margen de toda inclusión, y excluidos incluso del derecho a sus propias vidas.

Entonces me pregunté ¿qué estaba pasando aquí? ¿cómo es que la humanidad puede ser promotora o permisiva de que se inviertan miles de millones en tecnología armamentista de la cuál, una gran parte de ella termina desguazándose para dar lugar a una nueva generación de armas más sofisticadas (por lo que afortunadamente no terminan todas usándose en algún conflicto), pero que igualmente el descomunal gasto representa el alimento de toda la población mundial empobrecida por el término de varios años. Y este mero ejemplo no es la única consecuencia del desvío económico y derivación de la riqueza global, sino que la lista es más extensa y mucho más depresiva todavía.

Es a partir de esto cuando opté por brindar mi corazón a la causa de los indefensos, de los desposeídos, de los explotados, de los perdedores. Sí, de los perdedores, pero sin renunciar a las herramientas que me brindó el sistema para poder medianamente igualarme en esta lucha. Pero, que quede bien en claro, que no me he pasado de “bando” como suelen menoscabar y tildar tendenciosamente los politiqueros a todos aquellos que se han rebelado contra el sistema; y lo importante en cuanto a lo que voy a comentar a continuación, es justamente esto, que lo digo desde esta perspectiva, o sea, desde este “bando” (no desde la vereda de enfrente), pero totalmente convencido de entregar mi vida por el otro, desde aquí mismo, desde las propias entrañas del sistema.

Realmente, no sería ningún problema si todo se redujera a “dos bandos”, pero el inconveniente emergente del desequilibrio económico mundial es mucho más grave y tiene multiplicadas aristas, abarcando numerosas capas de las sociedades organizadas a nivel multinacional, poderes, políticas, creencias y sistemas diferentes, contra las que ni Gandhi, ni la Madre Teresa, ni Nelson Mandela, ni Mao, ni Martín Luter King, ni Ho Chi Minh, ni el Che, entre cientos de miles activistas y revolucionarios más por el bien social, pudieron hacer algo para revertir el caos que se refleja en la actualidad; aunque bien, ellos representan y seguirán simbolizando las fuerzas y el espíritu indoblegable de las muchas generaciones que alzan sus reclamos y repudio contra la injusticia y la desigualdad, la discriminación y la explotación; porque no se trata de que alguien en particular salve a la humanidad, sino de que la humanidad aprenda a salvarse a sí misma.

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La Política de la Revolución Pedagógica de una Nueva Educación Humanizada, Humanista y Humanitaria puede encuadrarse dentro de la teoría:
Neo-socialismo filoecoambientalista

Cuyos siete principios más destacados son:

· Establecer y proveer una asistencia Médica y Educativa R.P., libre y gratuita para toda la población.

· Patrocinar la integración laboral popular en todos los estratos sociales y erradicar la mano de obra desocupada.

· Nacionalizar todos los productos y establecer una economía interna autosustentable independiente del mercado globalizado.

· Reducir la diferencia entre las clases media y alta en un contexto de heterodoxia social, y elevar la calidad de la clase baja para que no hayan más indigentes ni pobres en la sociedad, hasta suprimir la clase baja.

· Conservar el medio ambiente, preservar las fuentes renovables y promover cuidados intensivos de la fauna y flora por el bien de las generaciones futuras.

· Revalorización permanente de todas las culturas, credos y artes mundiales, en el marco del libre consenso popular, librepensamiento y gozo inalienable de los derechos humanos.

· Desarme armamentístico y abolición de todo conflicto bélico, desarme de la población, y reeducación de los alteradores del orden público.

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martes, 15 de abril de 2008

Derechos Populares Universales:

Esta lucha pacífica consiste en plasmar los Derechos Populares Universales, y los primeros 8 puntos de los derechos son:

1° Punto: Derecho a elegir libremente quienes serán los funcionarios, dirigentes y gobernantes del país; derecho a elegir a los responsables de los distintos Ministerios y Entidades del Estado, elegir a los Jefes Militares y elegir a los jefes de la Policía. Asimismo, gozar de una libre elección para votar o no, sin que sea una obligación. El derecho del Pueblo Unido es que nadie más que el mismo pueblo debe elegir y evaluar las propuestas del orden nacional y el destino de la Nación.

2° Punto: El Pueblo Unido es quien tiene que aceptar o no las decisiones que tomen sus representantes a lo largo del mandato, a través de consensos mensuales populares. No queremos nunca más “decretos”; la decisión última la toma el Pueblo mediante votaciones permanentes. Por eso, los integrantes del Pueblo Unido no queremos más intermediarios, no queremos más diputados, estamos cansados del circo y del engaño oficializado de gente que no le gusta trabajar. Creemos que un pueblo maduro y realmente libre toma directamente las decisiones. Basta de burocracia y estafadores que prometen antes de ser votados aquello que nunca cumplirán. El Pueblo Unido decide mes a mes o trimestralmente cada propuesta de sus dirigentes. Hasta el día de hoy todos los presuntos “defensores” del pueblo nos han hundido inexorablemente, por eso el pueblo decide cambiar el presente modelo caduco ya hace mucho tiempo.

3° Punto: Derecho del Pueblo Unido para evaluar la actuación de los funcionarios, dirigentes y gobernantes elegidos, y determinar al finalizar sus mandatos, el cumplimiento de las responsabilidades de cada uno. El Pueblo Unido está cansado de ver paseando por nuestras calles a quienes en su momento nos dañaron impunemente robándole a la patria. Reclamamos Leyes y Justicia que condenen a los políticos de hoy y de siempre que atentaron contra el país, y así sancionar las actitudes tanto inofensivas como despiadadas de los dirigentes, políticos y representantes corruptos e insensibles de las multinacionales.

4° Punto: Derecho a la libertad para expresar activamente y repudiar los abusos, desmanes e injusticias de los mafiosos que se han infiltrado en los distintos sectores vulnerables de la sociedad, para poderlos expulsar del sistema y rebajarlos a su última expresión. El Pueblo Unido está decidido a seleccionar por consenso popular las empresas que considere serias, honestas y humanizadas que vayan a desenvolverse en el país, y erradicar definitivamente a todas aquellas empresas extranjeras o nacionales que intentan exprimirnos. Derecho a la Unidad Popular para evitar el padecimiento de los vejámenes aceptados oficialmente y amparados por el poder político-religioso.

5° Punto: Derecho al Trabajo. El Pueblo Unido aporta suficientes impuestos como para que todo ciudadano cuente con un empleo respetable, para ello debemos unirnos para combatir y evitar que los políticos se roben nuestro dinero o que los insensibles comerciantes de las multinacionales se lo lleven para sus propios países. Hay que combatir el poder organizado de la mafia internacional que lava el dinero de las drogas y el comercio armamentista. Nuestro derecho básico es el blanqueo del patrimonio, de los ingresos, de las declaraciones de Bienes de los Funcionarios Públicos, Políticos, Dirigentes y la de sus familiares directos y amigos. Este es el control que el Pueblo Unido tiene sobre los ladrones oficializados que abundan en el país. Porque sin usurpadores de la riqueza del Pueblo, el trabajo sobra para todos, y no habría pobreza en ningún rincón de la tierra. Sin los servicios monopolísticos deshumanizados, el Pueblo Unido tiene la Libertad para mejorar la situación y el futuro de todos.

6° Punto: Derecho a la Vivienda, a la alimentación, a la salud y a la educación (libre de toda transacción comercial y especulación manipuladora), para todos los ciudadanos del Pueblo Unido sin distinción. En otras palabras, el Pueblo Unido reclama el Derecho a una vida digna. Derecho a la sensibilidad y humanidad de todos y hacia todos.

7° Punto: Derecho a una vejez decente subvencionada por el estado (por el aporte de cada ciudadano), derecho a ser una madre y ama de casa respetable y mantener los mismos privilegios de todo trabajador. El Pueblo Unido no queremos más mafiosos en el poder; las riquezas del país son suficientes para que todos vivamos maravillosamente. Reclamamos el derecho a la niñez libre de explotación. Y exigimos el derecho inalienable de asistencia médica en caso de enfermedad o discapacidad, y reclamamos los recursos humanos que el Estado debe proveer, y el conjunto de la sociedad (el Pueblo Unido) está capacitado para brindar permanentemente. Defender los derechos de todos es la acción principal del Pueblo Unido de acuerdo a su Poder y Fuerza, intrínseca en la Unidad.

8° Punto: Derecho Popular de preservar nuestra identidad como Pueblo Unido, y a la decisión de rechazar a quienes intentan debilitarla. La Constitución la hace el Pueblo Unido y sólo él puede modificarla. El Pueblo Unido es la única autoridad en todo país, nación o estado, y sólo que elige a quien representarla. Si todo el Pueblo Unido se pone de pie, ya nadie lo podrá hacer arrodillar.

Por ello, para recuperar una Democracia transparente, auténtica, madura, equitativa y humana, quienes participen de la Unidad Popular lucharemos pacíficamente hasta lograr concretar los siguientes puntos:

1°) El Pueblo quiere decidir cada proyecto que proponga el Estado.

2°) No queremos más decretos, queremos votar y decidir cada sugerencia gubernamental.

3°) Queremos que se tome conciencia de que todo funcionario del Estado es empleado del Pueblo.

4°) El Pueblo quiere un libre acceso a la investigación de los capitales, bienes, economía e ingresos no sólo de los funcionarios que cumplan roles dentro de la sociedad sino también, supervisar el patrimonio de sus familiares y más allegados.

5°) No queremos ver más paseando por el país a aquellos que se abusaron de nuestra credibilidad y confianza. Exigimos condenas para todos aquellos que se equivocaron al conducir el país, ya sea intencionalmente o por desidia, y penas más severas para aquellos que nos ultrajaron robándonos nuestras materias primas, socavando a la sociedad con crímenes de lesa humanidad.

6°) Comencemos por cada Presidente y por la gente que lo rodea que habitualmente han venido jugando con el Pueblo de muchas maneras, desde la misma fundación de la Patria. Sigamos después por todos aquellos otros que ya pasaron por los gobiernos y se fueron con los bolsos llenos de nuestro dinero. El Pueblo Unido debemos limpiar toda esta costra por nosotros mismos y por las generaciones que vendrán.

7º) Finalmente no hay que olvidar, el apoyo incondicional hasta la muerte (de ser necesario), a todos aquellos dirigentes, gobiernos, funcionarios públicos, autoridades del país, militares, responsables del orden público, y representantes de la nación que han sabido defender los intereses populares (sin importar el cargo que ocupe dentro de la sociedad), porque el Pueblo Unido no está en contra de ellos, sino que su deseo más ferviente, que todos ellos se comporten según los nobles valores de la conciencia humanista y solidaria.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

1º “Unidad Popular”, la meta suprema:

La desmesurada riqueza de los forjadores de las multinacionales y monopolios camuflados en multitudes de firmas anónimas, estrechamente vinculados con los gobiernos, las milicias y las religiones mundiales, (no le quepa la menor duda a nadie de que son éstas las verdaderas mafias internacionales), están dejando cada vez más desposeídos a los pueblos de la tierra, privándolos de sus legítimos derechos y reclamos por una vida más digna y justa.

Las gentes comunes de oriente, de medio oriente y de occidente estamos siendo explotados y oprimidos desde hace siglos por el infame fundamentalismo político-religioso que desespera por mayor poder para la conquista de los recursos existentes. Y esto se agrava con la sobrepoblación, con el consumo desmedido y la merma de materias primas y sus fuentes naturales, por lo que, esperar que alguna vez el capitalismo se humanice y mejore es tan solo un mero sueño utópico que nunca sucederá, y lo cierto es que se derrumbará inexorablemente sobre sí mismo de la manera que ya lo está demostrando, a igual que otros sistemas de la antigüedad, sepultando como siempre, primero a las gentes comunes, a los inocentes y a los más débiles... a todos aquellos que hemos soportado pacientemente el yugo de sus vejámenes, diciendo siempre sí a sus nefastos planes de soberanía y ficticio patriotismo, entregándoles elevados diezmos para sostener su próspera corrupción.

La mafia internacional oficializada instalada en los más altos puestos de los distintos sectores claves dentro de toda sociedad, ha sugestionado al ser humano de tal forma y ha relavado y programado la mente de la ciudadanía de tal modo, que nos han hecho creer que son los dueños del futuro de la civilización y que de ellos es el poder para proyectar la evolución planetaria, convenciéndonos de que son ellos los proveedores del beneficio colectivo, sin embargo, el verdadero “Poder” sólo lo tiene un pueblo unido. No nos dejemos engañar. Si millones de personas nos unimos para un bien común, podremos ser respetados por los políticos y por los grandes capitalistas de las falsas democracias, incluso, por esos “capitalistas” de los regimenes comunistas.
Sí, lamentablemente así es. China Comunista es más capitalista que los EEUU. Todo es “made in china”, pero a los pobres chinos del continente sólo le dan un ticket para la comida o para un par de zapatillas por dieciséis horas de trabajo y forzados a hacer “cama caliente”; jamás vieron un solo centavo. Todo se lo queda su gobierno para competir por las torres más altas, las armas más poderosas y la superación tecnológica a gran escala.
¡Oh, sí que éste es un sistema muy redituable! Todos los gobiernos desde hace décadas están pensando cómo implementar el modelo: “un país, dos sistemas” (no refiriéndose a Pekín y Hong Kong o Taiwán, sino, al “pueblo comunista” y al “poder político capitalista”).
Y ya lo están haciendo. Pero el pueblo está tan dormido, que para cuando se de cuenta será demasiado tarde.

Lo único que podrá salvar a los pueblos del mundo de semejante sometimiento, es el poder de su unidad indivisible. Porque si no hay unión prevalecerá la explotación del individuo.

Anónimo dijo...

2º La presión de la Unidad Popular ejerce sobre los corruptos una situación inesperada:

“El poder del Pueblo Unido es inigualable, y no hay gobierno, ni multinacional, ni ejército ni monopolio que pueda someterlo“.
Por eso los latinoamericanos (en principio) deberíamos unirnos en una lucha pacífica reclamando los derechos que por naturaleza dignifican al ser humano, porque la Unidad es nuestro mayor recurso, y si aprendemos cómo organizar esta “fuerza de unidad” para ponerla en práctica en todos los órdenes, promoveremos un futuro mejor para las futuras generaciones.
Cada grupo popular debe empezar esta movilización en su propio país, para extenderse posteriormente en todo Latinoamérica, e irradiar, al final, a todos los continentes y los pueblos de la tierra. ¡Todos los pueblos del mundo deben estar unidos contra el sometimiento de la tiranía globalizada!

La mafia organizada internacionalmente viene accionando desde hace algunas décadas, teniendo como objetivo y propósito final el sometimiento gradual y total de los pueblos, para así poder infringir impunemente todo tipo de abusos y desmanes económicos y morales.
Sus principios más aberrantes son:
~ mano de obra regalada, jornadas dobles de trabajo intenso, excesivos impuestos y tributos de elevadas tasas, cientos de obligaciones para cada ciudadano y ningún derecho, hasta arrancarle la resignación al mal trato y a la esclavitud blanqueada.

La lucha pacífica consiste en diseminar una conciencia de unidad y llevarla a la práctica en todos los niveles, y entre todos los ciudadanos hacer un frente común contra los abusivos y explotadores que controlan la política y la economía de cada país. Para ello, todo el pueblo tiene que estar alerta y debemos interesarnos por los padecimientos de los distintos sectores de la sociedad, sin diferenciar clases ni regiones, sino, actuando a partir del hecho real de que todos los habitantes de un país constituyen el pueblo, y todos los pueblos del mundo somos esencialmente iguales, porque tenemos las mismas necesidades y los mismos derechos.

De este modo, primeramente estaremos luchando contra nuestra propia indiferencia hacia los nuestros, para así podernos defender de aquellos que aprovecharon nuestra debilidad, división y resignación al sometimiento.

Un pueblo unido tiene la fuerza que ningún poder organizado puede igualar.
En segundo término, estamos difundiendo claramente el plan de lucha pacífica que doblegue el pervertido enfoque inhumano de los grandes intereses creados por la mafia internacional.
Nuestra unidad y acción conjunta hará que disminuyan las ganancias de las multinacionales, e incluso, dará pérdidas a algunos de los grandes pulpos que nos oprimen cada vez más y más. La determinación inteligente de millones de personas que conforman un pueblo, es el poder más grande en el campo de los seres humanos; pero hasta ahora, únicamente los explotadores y corruptos de la política han manipulado la poderosa fuerza de los pueblos separándolos y negándoles sus legítimos derechos. De esta manera, el verdadero poder del pueblo se ha venido desmembrando paulatinamente con el único fin de extender el dominio despiadado del fundamentalismo político-religioso sobre la comunidad incauta.

La Fuerza de Unidad de los pueblos debería impulsarse en primer lugar, hacia tres acciones básicas:

1º) Comenzar a exigir a quienes ocupan cargos públicos en el orden político (los empleados del pueblo), ya sea el presidente, los gobernadores, diputados, y todo personal jerárquico del estado etc., que al terminar sus mandatos rindan cuenta de cuánto hicieron y dejaron de hacer, para efectuar un balance de cuánto bien y cuánto mal hicieron por el país y la ciudadanía, y de haber violado algunos de los derechos populares, verificar que cumplan la debida condena. Para ello comencemos a participar conjuntamente de las protestas o reclamos justos de las víctimas del engaño organizado, sin importar el sector social que sea. Unámonos interesándonos por lo que le sucede al conjunto de la sociedad, porque si en esto fallamos nos pisotearán a todos por igual. No aceptemos los decretos y exijamos el consenso popular.

2º) A los corruptos que gustan de practicar la malversación y desfalco de los bienes y recursos económicos de la patria, (el presidente, los gobernadores, diputados, y todo personal jerárquico del estado etc.), ni siquiera se merecen la cárcel o la pena de muerte (ya que esto sería un beneficio para ellos), lo mejor sería dejarlos con una pensión mínima y una vivienda de un ambiente, y todo el resto de sus capitales ya sean los declarados como patrimonio o los derivados a los testaferros, incluso la fortuna de sus familiares directos e indirectos, retornarlos al estado. Que vuelvan al estado todo el dinero robado, las propiedades, las empresas, y todo el capital depositado o invertido en otros países por los corruptos del poder que han saqueado a la nación.

3º) Todos los cargos políticos desde el presidente para abajo deben ser gratuitos, por ideal, o, como mucho, cobrar un sueldo mínimo (semejante a la mínima del jubilado o de los maestros).
El presidente, los gobernadores, diputados, y todo personal jerárquico del estado etc. son empleados del pueblo. Por lo tanto deben responder a las directivas del pueblo, no pueden determinar los empleados del pueblo la dirección de la patria. A ellos les pagamos, pues entonces que actúen en consecuencia.

Anónimo dijo...

3º Acciones de la Lucha Pacífica del Poder de la Unidad Popular:

Por estas razones muchos somos los que hemos decidido emprender esta lucha pacífica por los “Derechos Populares”, y si nos estás leyendo, también tú tienes la oportunidad de sumarte a esta movilización popular para la apertura de conciencia por nosotros y por las nuevas generaciones venideras. Sin tu apoyo, las siguientes generaciones, es decir, nuestros hijos, se encontrarán totalmente sometidos y reprimidos a un modelo económico y sistema político esclavizante, insensible, explotador y corrompido, aún más de lo que lo está en la actualidad. Para entonces, nuestros descendientes y los hijos de ellos, en el próximo siglo, no podrán hacer nada frente a este problema, porque habrán nacido en un mundo de mafiosos y asaltantes de pueblos completamente instalados en todos estratos vitales de una nación, ya que nosotros habremos dejado que el sometimiento del ciudadano se haya oficializado legalmente e implantado como norma habitual.
Nuestra generación es la que sabe que alguna vez existieron los derechos del trabajador, los derechos del jubilado, del ama de casa, del niño, por lo tanto, nosotros somos los responsables de evitar que tales derechos se pierdan o se olviden relegados a los libros de historia.
Nosotros estamos a tiempo, todavía estamos a tiempo de frenar la depredadora ambición de dominio de las multinacionales, si es que descubrimos el poder inigualable de un pueblo unido. Somos los últimos en tener la oportunidad antes de que la opresión oficializada sea irrefrenable; si la desaprovechamos, entonces, lamentablemente veremos a nuestros hijos y nietos padecer la vejación de sus derechos naturales, de una manera todavía más inhumana que la que está padeciendo esta generación.

El abuso centenario del poder corrupto organizado y las acciones que un pueblo unido hace al respecto son:

La acción de las multinacionales:
Manipular el discernimiento colectivo mediante publicidad y propagandas tentadoras que reflejan un nivel de vida satisfactorio y elevado, sólo para imponer sus servicios al costo de la vejación del ser humano de los distintos sectores de la sociedad en los que trata de desenvolverse y extenderse. La devastadora acción de estas grandes redes recae sobre explotados y oprimidos que le sirven y dependientes esclavizados que les demandan mayor explotación.

La contra – acción popular:
Neutralizar las trampas del sometimiento disfrazadas de consumo necesario y placentero. Reducir al máximo el consumo de servicios tales como teléfono, correo, luz etc. Y suspender el servicio innecesario de televisión por cable, celulares etc. No consumir artículos de marcas reconocidas mundialmente, sobre todo, aquellos que proveen las grandes redes dirigidas por la mafia internacional.
Bloquear sus abusos con los famosos piquetes, cacerolazos, escarches, etc.


La acción de la política:
Someter al pueblo a los caprichos de un partido para el beneficio exclusivo de sus dirigentes y allegados. Usar al ciudadano y explotarlo en todas las formas posibles para el enriquecimiento personal de los gobernantes.

La contra – acción popular:
Unirse y apoyar los reclamos de todos los sectores sociales, maestros, médicos, jubilados, desocupados, indigentes, etc. para dejar de ser humillados y desvalorizados.

La acción inteligente del pueblo que se sobrepone al fantástico mercado que propone la mafia internacional, y a su vez, que se revela contra la insensibilidad de sus gobernantes, conoce la felicidad de vivir una existencia digna y respetable, que por derecho natural se merece.

Anónimo dijo...

4º Orientación de la Lucha Pacífica del Poder de un Pueblo Unido:

A lo largo de la historia de las sociedades, de la política y de los intereses creados alrededor de un pueblo, siempre se ha distinguido claramente la división entre los que dirigen y los que son dirigidos. No importa si se trata de un partido o de un movimiento político de derecha, de izquierda o de centro, a la hora de dirigir y ser dirigido, siempre se ha aceptado que es el pueblo quien tiene que ser dirigido para alcanzar un ideal de vida próspero. Pero es bien sabido que esto nunca ha resultado para el pueblo, porque la conclusión final, siempre ha sido: un pueblo perjudicado, socavado en sus entrañas, y dirigentes corruptos impunes beneficiados en todos los aspectos.
Por eso estamos sumamente interesados en impulsar un nuevo enfoque para revertir esta tendencia infrahumana, el cual se basa principalmente, en que un pueblo unido tiene la suficiente fuerza y poder como para comandar a sus políticos y gobernantes (empleados del pueblo).
Un pueblo unido jamás será sometido, y ningún poder económico-militar-político-religioso podrá abusarse de él, como tampoco manipularlo o esclavizarlo, antes bien, es el poder y la fuerza de un pueblo unido quien dirige a sus gobernantes (los empleados por el pueblo «valga la redundancia») y es el pueblo quien les marca las pautas de cómo gobernar.
Claro que esta Fuerza y Poder popular jamás debe convertirse en un partido político, porque, si no, tarde o temprano, irreversiblemente, está fuerza y poder estaría nuevamente separada del pueblo; por eso mismo, el adecuado objetivo del ciudadano es ser una FUERZA dentro de la Unidad del pueblo para custodiar que los políticos y gobernantes sean fieles servidores de la voluntad del pueblo, y no amos como se sueñan y se arrogan.

La consigna es:
“No importa el gobierno que sea, no importa el partido político que fuera, lo esencial es que los responsables de gobernar a un pueblo tengan humanidad”.
Esta es exigencia primaria y básica para quienes ocupen cargos públicos jerárquicos y gubernamentales, precisamente, que el que tengan humanidad. Y si carecen de ella, nosotros, el pueblo, deberíamos lograr sus condenas por el intento de corromper los derechos populares.

¿Cuál es su participación social por un futuro mejor para todos?
Existen muchos modos de hacer algo por el porvenir de las nuevas generaciones, y no simplemente dejar este destino librado al capricho de personas corruptas que se han arrogado el poder de dominar y controlarlo todo. Nosotros hemos decidido hacer frente a toda esta distorsión generalizada de los valores humanos donde se han perdido los “Derechos Populares”.
De manera pacífica estamos dispuestos a recuperar el respeto y la dignidad que todo ciudadano se merece, y el derecho a tener una vida con las necesidades básicas cubiertas, es decir:
~ Derecho al trabajo, a la alimentación, a la vivienda, a la salud y a la educación, y a su vez, estamos decididos a que se cumplan y se mantengan los derechos propios y naturales del trabajador, del ama de casa, del jubilado, del estudiante y del niño.~

Anónimo dijo...

Primeros Tres Emprendimientos para la Lucha Pacífica por los Derechos Populares

1°) Evitar consumir artículos excesivamente baratos porque detrás de ese módico precio se encuentra un ser humano explotado. También hay que evitar consumir artículos exageradamente caros (aunque cuente con el dinero) para no seguir alimentando a los explotadores de la demarcación y de las ganancias excesivas. No hay que consumir marcas reconocidas mundialmente. Debe recordarse que si los ambiciosos que mueven los grandes intereses prosiguen explotando, todos seremos perjudicados. Al final nos venderán hasta el agua, y el aire también cuando sepan cómo colocarnos un medidor de oxigeno en los pulmones. Bueno, lo del agua ya es un hecho.

2°) Por un tiempo limitado, como ser un mes, hay que suspender o disminuir al máximo el uso de servicios tales como el teléfono, la luz, el gas etc., para que dichas empresas abusadoras se vean obligadas a reducir sus tarifas. El ahorro de consumo ayudará a que estos asaltantes de guantes blancos se replanteen su insensible y desfasado accionar en base a las necesidades populares. Aunque el nivel de vida te permita pagar lo que le exigen, no dejes que le roben tu dinero tan fácilmente.

3°) Comencemos a exigir que quienes ocupan cargos públicos en el orden político (los empleados del pueblo), ya sea el Presidente, los Gobernadores etc., al terminar sus mandatos rinda cuenta de cuánto hicieron, y de haber violado algunos de los derechos populares, que cumplan la debida condena. Para ello comencemos a participar conjuntamente de las protestas o reclamos justos de las víctimas del engaño organizado, sin importar el sector social que sea. Unámonos interesándonos por lo que le sucede al conjunto de la sociedad, porque si en esto fallamos nos atropellarán a todos por igual. No aceptemos los decretos y exijamos el consenso popular.

Anónimo dijo...

5º La Fuerza de la Unidad, es el verdadero Poder de un Pueblo:

Quienes nos sentimos integrantes de un Pueblo, y a su vez, víctimas del poder organizado por la mafia internacional que se ha infiltrado en la política, y que se manifiesta en el aberrante y permitido comercio de los grandes capitalistas que intentan controlar el mercado a costa del sometimiento y la explotación, que usurpan los servicios nacionales para robarnos, y que se aprovechan de sus dominios para asfixiarnos con sus tentáculos y estafarnos impunemente, salvaguardados tras una falsa democracia. Quienes nos sentimos de esta manera estamos dispuestos a defendernos pacíficamente a través de una acción inteligente de Unidad para librarnos de la sentencia que estos inhumanos han planeado capa cada ciudadano considerado tan sólo un número más y no una persona. Nuestra lucha pacífica consiste en plasmar los Derechos Populares; y los primeros 8 puntos de los derechos son:


1° Punto: Derecho a elegir libremente quienes serán los funcionarios, dirigentes y gobernantes del país; derecho a elegir a los responsables de los distintos Ministerios y Entidades del Estado, elegir a los Jefes Militares y elegir a los jefes de la Policía. Asimismo, gozar de una libre elección para votar o no, sin que sea una obligación. El derecho del Pueblo Unido es que nadie más que el mismo pueblo debe elegir y evaluar las propuestas del orden nacional.


2° Punto: El Pueblo Unido es quien tiene que aceptar o no las decisiones que tomen sus representantes a lo largo del mandato, a través de consensos mensuales. No queremos nunca más los “decretos”; la decisión última la toma el Pueblo mediante votaciones permanentes. Por eso, los integrantes del Pueblo Unido no queremos más intermediarios, no queremos más diputados, estamos cansados del circo y del engaño oficializado. Creemos que un pueblo maduro y realmente libre toma directamente las decisiones. Basta de burocracia y estafadores que prometen antes de ser votados aquello que nunca cumplirán. El Pueblo Unido decide mes a mes cada propuesta de sus dirigentes. Hasta el día de hoy todos los presuntos “defensores” del pueblo nos han hundido, por eso el pueblo decide cambiar el presente modelo caduco hace mucho tiempo.


3° Punto: Derecho del Pueblo Unido para evaluar la actuación de los funcionarios, dirigentes y gobernantes elegidos, y determinar al finalizar sus mandatos, el cumplimiento de las responsabilidades de cada uno. El Pueblo Unido está cansado de ver paseando por nuestras calles a quienes en su momento nos dañaron impunemente robándole a la patria. Reclamamos Leyes y Justicia que condenen a los políticos que atentaron contra el país, y así sancionar las actitudes tanto inofensivas como despiadadas de los dirigentes, políticos y representantes corruptos e insensibles de las multinacionales.


4° Punto: Derecho a la libertad para expresar activamente y delatar los abusos, desmanes e injusticias de los mafiosos que se han infiltrado en los distintos sectores vulnerables de la sociedad, para poderlos expulsar del sistema y rebajarlos a su última expresión. El Pueblo Unido está decidido a seleccionar por consenso popular las empresas que considere serias, honestas y humanizadas, que vayan a desenvolverse en el país, y erradicar definitivamente a todas aquellas empresas extranjeras o nacionales que intentan exprimirnos. Derecho a la Unidad Popular para evitar el padecimiento de los vejámenes aceptados oficialmente y amparados por el poder político-religioso.


5° Punto: Derecho al Trabajo. El Pueblo Unido aporta suficientes impuestos como para que todo ciudadano cuente con un empleo respetable, para ello debemos unirnos para combatir y evitar que los políticos se roben nuestro dinero o que los insensibles comerciantes de las multinacionales se lo lleven para otros propios países. Hay que combatir el poder organizado de la mafia internacional que lava dinero de drogas y armamento. Nuestro derecho básico es el blanqueo del patrimonio, de los ingresos, de las declaraciones de Bienes de los Funcionarios Públicos, Políticos, Dirigentes y la de sus familiares. Este es el control que el Pueblo Unido tiene sobre los ladrones oficializados que abundan en el país. Sin usurpadores de la riqueza del Pueblo, el trabajo sobra para todos. Sin los servicios monopolísticos, el Pueblo Unido tiene la Libertad para mejorar la situación y el futuro de todos.


6° Punto: Derecho a la Vivienda, a la alimentación, a la salud y a la educación (libre de toda transacción comercial y especulación manipuladora), para todos los ciudadanos del Pueblo Unido sin distinción. En otras palabras, el Pueblo Unido reclama el Derecho a una vida digna. Derecho a la sensibilidad y humanidad de todos y hacia todos.


7° Punto: Derecho a una vejez decente subvencionada por el estado (por el aporte de cada ciudadano), derecho a ser una madre y ama de casa respetable y mantener los mismos privilegios de todo trabajador. El Pueblo Unido no queremos más mafiosos en el poder; las riquezas del país son suficientes para que todos vivamos maravillosamente. Reclamamos el derecho a la niñez libre de explotación. Y exigimos el derecho inalienable de asistencia médica en caso de enfermedad o discapacidad, y contar con recursos humanos que el Estado debe proveer y el conjunto de la sociedad (el Pueblo Unido) está capacitado para brindar permanentemente. Defender los derechos de todos es la acción principal del Pueblo Unido de su Poder y Fuerza, intrínseca en la Unidad..


8° Punto: Derecho Popular de preservar nuestra identidad como Pueblo Unido, y a rechazar a quienes intentan debilitarla. La Constitución la hace el Pueblo Unido y sólo él puede modificarla. El Pueblo Unido es la única autoridad en todo país, nación o estado. Si todo el Pueblo Unido se pone de pie, nadie lo podrá hacer arrodillar.