(Primera razón para iniciar cuanto antes la Revolución Pedagógica)
La civilización está atravesando un grave conflicto terminal.
Porque, por un lado, se ha alcanzado un gran confort para una gran parte de la población mundial. Pues, con todo el avance tecnológico logrado se ha beneficiado enormemente la vasta mayoría de la población mundial de una u otra manera, directa o indirectamente.
Es debido, en gran parte, a este tremendo desarrollo tecnológico sin precedente, que el planeta logró sobrepoblarse en todos los continentes, países y hasta en los sitios más remotos, de lo contrario, sin esta tecnología, la tierra estaría sólo habitada por pequeños grupos nómades esparcidos como en el pasado.
Ahora bien, la cuestión es determinar si la humanidad se encuentra o no, mental y espiritualmente preparada para sostener la sobrepoblación en armonía y seguir aumentándola de forma multiplicada con cada generación sin estar siempre al borde de una guerra global. En el caso de llegar a concluir que no lo estamos, entonces, lo más prudente habría sido haber comenzado desde hace mucho tiempo atrás a prepararnos, para poder afrontar estos momentos con inteligencia y sabiduría, como para que esta situación no signifique ningún riesgo para el porvenir de la humanidad.
Pero, claro que estamos en un problema, y en uno muy grave, porque nunca nadie, ningún estado, ninguna nación, ningún pueblo, ha hecho nada para prepararse para esto.
Desde ya, si todo el conflicto se redujera a las falencias entre las relaciones humanas y a las tantas tensiones económicas a nivel globalizado, a las políticas tendenciosas, al factor militar de conquista y al fanatismo religioso, aunque el problema tiene numerosas aristas, todavía estaríamos a tiempo, seguramente, de encontrar alguna solución si se plantea el asunto con suma seriedad y se planifica inteligentemente un accionar mundial en función del beneficio colectivo.
Pero resulta que la crisis tiene otros inesperados alcances, involucrando inimaginables desequilibrios de la naturaleza agravados por la era tecnológica de los seres humanos, sumando la imparable extinción de las especies, más el irreversible agotamiento de los recursos naturales, y, para peor de los males, nos apremia el vertiginoso deterioro degradante del ecosistema en todos los órdenes. En total, son cinco los factores considerados más que suficientes para prever un tremendo colapso eminente en esta generación, el cual que no se dilatará más allá del siglo XXI.
Así que estos cinco factores, son:
1º) La falencia en las relaciones humanas, la tensión económica, política-militar y religiosa, que pone a la civilización en peligro de guerra mediante la utilización de la última tecnología químico-nuclear de exterminación masiva.
2º) Los inimaginables desequilibrios de la naturaleza, agravado por el accionar humano.
3º) La imparable extinción de las especies.
4º) El irreversible agotamiento de los recursos naturales.
5º) El vertiginoso deterioro degradante del ecosistema.
Por lo cual, es imperioso la implementación urgente de una nueva pedagogía revolucionaria capaz de humanizar a los futuros dirigentes de la raza humana, a los políticos, a los gobernantes, a los jefes de estado, a los poderosos empresarios de la multinacionales, a todos, absolutamente a todos, de lo contrario esto no tendrá ningún arreglo por buenas intensiones que haya de parte de algunos humanistas.
Ahora bien, la pregunta de rigor:
¿Por qué algunos de los países más desarrollados como EEUU y China no se adhirieron al Protocolo de Kioto de 1997? Esta es la pregunta... bien, ¿y la respuesta???
Claro que ninguna persona del pueblo debería conocer las maniobras secretas y las aberrantes estrategias que traman los políticos inhumanos, subterráneamente, fuera de todo reciento de derecho humanístico, como para dar la respuesta apropiada de lo que está sucediendo.
Porque, no vaya a pensarse que esta gente desconoce la existencia de estos cinco factores, y que están adormecidos en mundos de ensueños. No, nada de eso. Estos graves problemas ya están estudiados desde hace muchos años, y ya se tiene una respuesta para la solución.
Por ejemplo, las comisiones más íntimas del pentágono saben positivamente que la única solución a esta crisis, es que muera media humanidad. Y están tan seguros de su tecnología, que presuponen que antes de desaparecer ellos, primero tendrían que extinguirse toda la gente empobrecida de los países en vías de desarrollo y sub-desarrollados, puesto que su posición primermundistas les otorga una evidente ventaja privilegiada.
Por eso no hacen nada ni quieren firmar ningún tratado ambiental ni de ninguna otra índole que aspire a una humanidad mejor y a una posible solución por vías del entendimiento inteligente, porque saben que con solo esperar y resistir la crisis, todos los africanos, latinoamericanos, medio orientales, pueblos marginales fuera de la ruta comercial-capitalista, y varios países de Asia, sucumbirán irremediablemente, y entonces sí, será cuando estos países poderosos se harán cargo de las tierras vacías, sin almas, para reconstruir una nueva civilización conforme a su propia estirpe.