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Los Tres Principios Medulares de la Revolución Pedagógica:

1º) Reconocer el insoportable sufrimiento de millones de seres humanos”, sabiendo que puede ser revertido con mínimas decisiones políticas a nivel mundial. Tan solo, entre muchas implementaciones posibles, con la determinación de no destinar más riquezas al monopolio armamentístico y reduciendo el nivel de corrupción, se terminaría con esta agonía desesperante de los excluidos del sistema.


2º) Reconocer la inexorable destrucción de los recursos naturales”, sabiendo que con regular la ambición desenfrenada de los poderes multinacionales por enriquecerse a costa de explotar indiscriminadamente la materia prima a disposición, y que, redistribuyendo sensiblemente la capacidad comercial de manera igualitaria entre todos los productores, mediante un plan humanizado que reponga, compense o suplante los bienes extraídos a la tierra, se devolvería el equilibrio al ecosistema y la salud al planeta.


3º) Reconocer la falta de valores y el deterioro ético del presente”, sabiendo que con una educación humanizada impartida desde todos los sectores sociales, establecimientos educacionales, medios de comunicación y difusión, organismos benefactores, desde el estado mismo y desde el grupo familiar, es posible reconstruir una nueva humanidad, más sensible, más amorosa, más creativa y más honrada de la conciencia que la distingue. Comenzando por el placer del respeto, el encanto de la solidaridad, y la satisfacción del servicio desinteresado a la sociedad.

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El soldado Aon busca a los Comandantes de la Nueva Revolución

¿Dónde estáis, Activistas de la nueva Rebelión Pedagógica?


Políticos y apolíticos, politiqueros, capitalistas y comunistas, socialistas; de derecha, de centro e izquierda, pensadores, filósofos y artistas; creyentes y no creyentes, ateos, soñadores y utopistas.

Todos habéis sido llamados a participar de la Revolución Pedagógica por una Nueva Educación Humanizada.


Único requisito:

“Hacer honor a la propia humanidad y a los valores que destila el corazón”.


Sois todos bienvenidos, sabios e idealistas, críticos y humoristas, poetas y guerreros, santos y pecadores, todos aquellos que tenéis algo que decir y los que no tenéis nada para decir también.


¡Oíd el llamado de este soldado raso del pueblo humilde que os ha invitado para el repudio de toda insensibilidad!


En las filas de estas huestes no se diferencia sexo ni edad, ni color, cultura o clase social, no se distinguen religiones, países o idiomas, ni se discriminan pensamientos ni ideas disímiles para el enriquecimiento de la hermandad planetaria.


Se buscan Comandantes que no teman a los coartadores de la creatividad y belleza artística de todas las capacidades por simples que fueran, como expresión sublime de la bondad intrínseca ahíta en la Verdadera Naturaleza Humana.


Símbolo de la Paz

Símbolo de la Paz
Gerald Holtom (desarme nuclear) 1958

a la memoria de:

Rachel Corrie -

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. *▲º . @on

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Democracia Capitalista Humanizada (Humanista y Humanitaria)


· Crítica al Capitalismo

· Crítica al Comunismo y al Socialismo

· Crítica a la Democracia

· La solución en un Nuevo Sistema alternativo

Desde aquellas épocas de antaño, anteriores a nuestra era, en las que predominaba el sistema de trueque, y pasando por otras variantes de intercambio en el proceso de mercantilización, el capitalismo del siglo XVIII se alza definitivamente sobre el cadáver de la “economía feudal” (que rigió hasta el siglo XV), con la dirección ideológica de uno de sus más grandes exponentes, Adam Smith (1723-1790), quien proclamaba que éste es el medio más adecuado para posibilitar la Revolución Industrial a nivel nacional, y más tarde a nivel internacional para llegar al mercado globalizado de la actualidad. Su visión enmarcada en la “economía clásica” de la especialización del trabajo y del libre mercado (contemporánea de la “economía fisiocrática”), fue el motor que puso en marcha el crecimiento de la sociedad moderna.

Es evidente que sin esta nueva composición económica, la humanidad no se hubiera desarrollado de la forma que lo hizo, y en el caso de haber persistido en el modelo anterior o se hubiera podido sostener este crecimiento. Sin embargo, esta ciencia económica dista de la filosofía moral y la ética elevada que los primeros visionarios le imprimieron; llegando a ser, además del símbolo principal del progreso, una forma indirecta de exterminio masivo silencioso para todos aquellos que no pudieron insertarse y adaptarse a este nuevo movimiento, por el sólo hecho de no haber sido parte del destino evolutivo económico de la civilización. Semejante a una tétrica «selección natural», capaz de aniquilar millones de seres sin el recurso de un solo disparo o de una guerra, sin la abominación de genocidios y holocaustos, ni necesidad de propagación de pestes transportadas con la misma colonización imperialista, aunque, obviamente, todo esto se sumó para acelerar la extinción de toda otra forma de interdependencia humana e interrelación de los dones y capacidades innatas en cada ser humano.

Antes de entrar en ciertas apreciaciones personales sobre estas tres palabras (humanizada, humanista y humanitaria), que combinadas pueden dar la visión de un mundo muy extraño al conocido en este siglo XXI, es necesario aclarar, para no generar suspicacias en cuanto a mi posición, que he nacido en un país democrático, que vivo en una democracia y que el sistema que me sustenta es capitalista. A su vez, debo reconocer que este sistema capitalista ha dado buenos resultados tanto a los miembros de mi familia como a mí, y por ello, he transmitido estos mismos valores a mi hijo desde muy corta edad, habiéndole proveído permanentemente pequeños montos de dinero y estimulándolo a administrar él mismo sus ahorros para poder adquirir los objetos que mas apreciaba tener; porque tengo bien sabido que el gusto por decidir uno mismo y honradamente la economía de su propia existencia social, ayuda a desarrollar responsabilidad mientras que afirma la personalidad mediante la seguridad en sí mismo, en la propia capacidad, que al final termina alimentando la autoestima.

Estoy convencido que la habilidad para procurarse decentemente un bienestar económico es un asunto de gran envergadura en lo que atañe al crecimiento y evolución de la persona y de la civilización en su conjunto. Sin embargo, cuando la triste realidad se impone y llama a nuestra puerta, toda prosperidad individual se ve opacada, y entonces, en la justicia de concluir un dictamen veraz y fehaciente, debo decir que el sistema en el cual me sostengo se revela abrumadoramente ineficiente.

Fue cuando, sin descuidar mi vida de “mediana clase media”, comencé a tratar de ver la raíz del problema imperante intentando de encausar una ayuda solidaria para no sentirme mal por la sensación de disfrutar la vida y ser feliz. Y fue entonces que descubrí la insensibilidad de nuestro sistema, que a su vez, es causante de mayor insensibilidad en las personas que lo tutelan, ocasionando un efecto de reciprocidad deterioradora que desgasta los valores humanos y la conciencia humanista, incidiendo negativamente en la reducción de los actos humanitarios.

De este modo, sentí profunda perturbación al entender la razón de los motivos que quizá originaron estas fallas, estas fisuras cada vez más hondas, estas brechas cada vez más insondables que se suscitan entre los poderes de esta economía y quienes se han beneficiado de la misma, y, al concluir que vano era mi intento de que todos los padres del mundo pudieran hacer lo mismo que yo hacía con mi hijo. Pero incluso esta posibilidad de educar humilde y sencillamente en las virtudes capitalistas es un desmesurado exceso, comparado con las millones de personas alrededor del planeta que subsisten con menos de un dólar diario, con los cientos de miles de niños que no llegan a la adolescencia al morir prematuramente por desnutrición e inanición, con las millones de familias en el mundo entero que viven sin un techo, abandonados por el sistema, al margen de toda inclusión, y excluidos incluso del derecho a sus propias vidas.

Entonces me pregunté ¿qué estaba pasando aquí? ¿cómo es que la humanidad puede ser promotora o permisiva de que se inviertan miles de millones en tecnología armamentista de la cuál, una gran parte de ella termina desguazándose para dar lugar a una nueva generación de armas más sofisticadas (por lo que afortunadamente no terminan todas usándose en algún conflicto), pero que igualmente el descomunal gasto representa el alimento de toda la población mundial empobrecida por el término de varios años. Y este mero ejemplo no es la única consecuencia del desvío económico y derivación de la riqueza global, sino que la lista es más extensa y mucho más depresiva todavía.

Es a partir de esto cuando opté por brindar mi corazón a la causa de los indefensos, de los desposeídos, de los explotados, de los perdedores. Sí, de los perdedores, pero sin renunciar a las herramientas que me brindó el sistema para poder medianamente igualarme en esta lucha. Pero, que quede bien en claro, que no me he pasado de “bando” como suelen menoscabar y tildar tendenciosamente los politiqueros a todos aquellos que se han rebelado contra el sistema; y lo importante en cuanto a lo que voy a comentar a continuación, es justamente esto, que lo digo desde esta perspectiva, o sea, desde este “bando” (no desde la vereda de enfrente), pero totalmente convencido de entregar mi vida por el otro, desde aquí mismo, desde las propias entrañas del sistema.

Realmente, no sería ningún problema si todo se redujera a “dos bandos”, pero el inconveniente emergente del desequilibrio económico mundial es mucho más grave y tiene multiplicadas aristas, abarcando numerosas capas de las sociedades organizadas a nivel multinacional, poderes, políticas, creencias y sistemas diferentes, contra las que ni Gandhi, ni la Madre Teresa, ni Nelson Mandela, ni Mao, ni Martín Luter King, ni Ho Chi Minh, ni el Che, entre cientos de miles activistas y revolucionarios más por el bien social, pudieron hacer algo para revertir el caos que se refleja en la actualidad; aunque bien, ellos representan y seguirán simbolizando las fuerzas y el espíritu indoblegable de las muchas generaciones que alzan sus reclamos y repudio contra la injusticia y la desigualdad, la discriminación y la explotación; porque no se trata de que alguien en particular salve a la humanidad, sino de que la humanidad aprenda a salvarse a sí misma.

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La Política de la Revolución Pedagógica de una Nueva Educación Humanizada, Humanista y Humanitaria puede encuadrarse dentro de la teoría:
Neo-socialismo filoecoambientalista

Cuyos siete principios más destacados son:

· Establecer y proveer una asistencia Médica y Educativa R.P., libre y gratuita para toda la población.

· Patrocinar la integración laboral popular en todos los estratos sociales y erradicar la mano de obra desocupada.

· Nacionalizar todos los productos y establecer una economía interna autosustentable independiente del mercado globalizado.

· Reducir la diferencia entre las clases media y alta en un contexto de heterodoxia social, y elevar la calidad de la clase baja para que no hayan más indigentes ni pobres en la sociedad, hasta suprimir la clase baja.

· Conservar el medio ambiente, preservar las fuentes renovables y promover cuidados intensivos de la fauna y flora por el bien de las generaciones futuras.

· Revalorización permanente de todas las culturas, credos y artes mundiales, en el marco del libre consenso popular, librepensamiento y gozo inalienable de los derechos humanos.

· Desarme armamentístico y abolición de todo conflicto bélico, desarme de la población, y reeducación de los alteradores del orden público.

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sábado, 10 de mayo de 2008

Crítica Completa (2ª)

Crítica al Comunismo y al Socialismo

Hasta el presente nunca ha existido en la historia de la humanidad un sistema totalmente eficiente que haya logrado cubrir las necesidades de todos los seres humanos por igual. Digamos, al menos, mínimamente, que haya podido procurar a todos sus habitantes los requerimientos básicos y elementales, como ser: alimento, hogar, trabajo, asistencia médica, educación, seguridad social y los derechos a una vida digna. Solamente estos siete valores, nada más. Reitero, ningún sistema ni política ha logrado hasta el momento proporcionarlos de modo equitativo para todas las personas por igual.

No hablamos de riqueza ni de opulencia, no hablamos de casa de veraneo ni automóviles, ni tampoco hablamos de puestos gerenciales, sino, básicamente de un trabajo sencillo, simple, propio de las personas humildes, pero que en esa humildad se verifica la grandeza de la raza humana.

Todos los sistemas han fallado en este punto. Dos mil años de historia (contando sólo a partir de la nueva era) no han alcanzado para resolver esta indecencia de estado, esta incapacidad gubernamental. Y todo el avance y el conocimiento de la civilización, no han sido suficiente para revertir esta barbarie e injusticia.

Todos los países del mundo requieren mano de obra, muchísima mano de obra. Incluso, podríamos hablar de que se precisa cincuenta veces más que la cantidad de mano desocupada que hay en el mundo entero en la actualidad, y aún así, estarían faltando cientos de miles de millones de personas más todavía para preservar eficientemente en la mantención de la infraestructura y recursos naturales los países del mundo (pero todavía no han nacido estos futuros trabajadores). Porque cualquier individuo que mire a su patria como si fuera su propio hogar, descubrirá que hay que hacerle incontables arreglos, infinidad de tareas sólo como mantención y ni hablar de mejorar el país, porque entonces el número de trabajadores que se precisarían excedería enormemente la cifra mencionada.

De ahí entonces que la cifra mencionada de trabajadores desocupados hoy en día no alcanzaría para llevar a cabo tremenda y grandiosa tarea. Entonces, la pregunta de rigor es ¿por qué hay tanta mano de obra desocupada?

No involucremos en esta pregunta a los países en vías de desarrollo; hablemos directamente del primer mundo. Basta con alejarse un poco de los grandes centros urbanizados, para contemplar extensas llanuras de tierras vacías, lugares despoblados, inmensidades desoladas, como para ni remotamente suponer que no hay nada para hacer en este mundo o que está todo hecho y ya no se necesita mano de obra para emplear.

Es evidente que si las riquezas de la tierra no estuvieran destinadas a la inversión armamentística o a otros gastos completamente superfluos, estériles, tirados completamente a la basura (y la lista de las increíbles necedades que humillan a la inteligencia humana es bien larga), no habría indigentes en el mundo.

Por ejemplo, los gobiernos tienen que tratar de corregir estas falencias de las políticas aplicadas al estado, o sea, resolver estas cuestiones del planeta tierra antes de invertir cifras multimillonarias en la expansión del imperialismo a otros planetas de las Vía Láctea. ¡Estamos tratando de extendernos al universo sin antes haber aprendido a vivir en la tierra! Pero esto es demencial. Digo, ¡¿es que nadie analiza la mente de estos señores que pasaron de jugar con autitos y soldaditos cuando eran niños a jugar con la humanidad entera a las “guerras de las galaxias”?!, a costa del suplicio de muchas vidas inocentes que por supuesto han visto un trasbordador espacial pero nunca un plato digno de comida o el abrigo suficiente para soportar el invierno

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, obviamente, estamos en una civilización que se autodestruye porque tan sólo lo quiere así, no por imprevistos preponderantes de la naturaleza o por catástrofes cósmicas; y aún con todas las leyes de la supervivencia a favor, hemos estado recorriendo un camino que ha incitado a la naturaleza para que descargue toda su furia sobre los humanos. ¿?
No es nada fácil tomar distancia de la humanidad, de esta situación, y tratar de entender fríamente lo que nos sucede. Tan sólo podemos concordar, sin entrar en detalles, que las metodologías políticas de la historia, todas ellas, han beneficiado más a unos que a otros, siendo que, los beneficiados siempre han sido los menos, tan sólo una elite, únicamente una clase, sobre todo cuando estos sistemas políticos estuvieron regidos por el desprecio a las diferencias y por la discriminación racial-religiosa amalgamada con el poderío de una fuerza militar aliada con los poseedores de las riquezas.
En este marco de desigualdades históricas, y en este contexto de insensibilidad inhumana y apego salvaje al materialismo, podemos llegar a entender la visión idealista de los mentores de aquellas nuevas estrategias para consolidar la unidad entre los hombres más humildes, pero, por supuesto, no podemos por ello aceptar las distorsiones posteriores que contradijeron irónicamente la pureza de su teoría y filosofía liberadora de los pueblos y dadivosa para con los pobres, por la simple razón de no haber contado con la inteligencia suficiente para su aplicación incuestionable.
Así que mi crítica al marxismo, al comunismo y al socialismo parte de la premisa anterior: de la falta de inteligencia aplicada.

Digamos sintéticamente, que el fundamento de toda sociedad, por ser la esencia del ser humano, corresponde que sea el “Libre Albedrío”, porque encasillar el potencial del obrar y el pensar del individuo a una relativa perspectiva unificadora e igualitaria, es tan aberrante como pretender que los resultados y consecuencias de ese accionar y razonar sean idénticos para todo el mundo. Es imposible. Los efectos de toda actividad y acción son todos diferentes, y pretender encuadrar las derivaciones del potencial expresado, es como suplantar erradamente el rol de Dios, puesto que ni siquiera él mismo ha predeterminado semejante límite a las facultades humanas.
Claro que lo que hay que emparejar y nivelar, política y socialmente hablando, es la garantía para que todo ser humano tenga derecho a una vida digna, a una existencia individual de auto realización, de plenitud, de satisfacción y felicidad, sin las diferencias discriminadoras por el color de piel, el sexo, la edad o la cultura; pero en absoluto puede equipararse el desempeño para todos por igual, porque ese potencial latente de los dones naturales que se expresan en cada individuo, lo hacen de manera única e irrepetible, conforme a su respectiva apertura, imaginación creativa y conexión con el estado sublime de lo esencial que se desparrama (esto sí) en todo el mundo por igual.
Lo que sin duda no significa que las personas con más capacidades y mayores logros deban desentenderse de la responsabilidad para quienes no disponen de la misma inventiva y creatividad interior. Justamente, en esto ha de profundizar la nueva educación, para generar mayor sensibilidad y conciencia, la cual dependerá de un gobierno que oficie de “autoridad mediadora”, de facilitador, de moderador, y no como interventor dictatorial le reglas limitantes y opresivas; o sea, que el estado cumpla la función de custodiar de esa llama del saber que ha de extenderse a toda generación.

Anónimo dijo...

Todo ser humano cuenta con un inmenso potencial, que sólo podrá expresar con el apoyo educacional orientado a brindar los medios para lograrlo; éste es el único modo de transmitir de generación en generación los valores alcanzados por los más dotados. Sin esto, se pierde inexorablemente toda la substancia de la riqueza humana, decayendo progresivamente hasta su extinción fatal. La maza no aprende por sí misma, sino que debe planificarse una metodología pedagógica de educación humanizada, humanista y humanitaria, e insistir en ello desde los primeros años de vida.
De hecho, si no se comprende la necesidad obligatoria de una educación que conjugue estas dos medidas extraordinarias, simultáneamente, la del “Derecho al Libre Albedrío” y el “Derecho a los Derechos”, de poco servirá la revolución Marxista y la inserción Socialista en el marco civilizado de la democracia. Más aún todavía, si el comunismo reconociera estas dos joyas intrínsecas a la naturaleza social humana, no precisaría de ninguna revolución de guerrillas sino, primordialmente, de una revolución pedagógica.
En esta proposición es donde falla el marxismo, porque se ha centrado exclusivamente en el derecho a los derechos soslayado por topes igualitarios, negando el derecho al libre albedrío. Justo todo lo contrario de capitalismo, que niega el derecho a los derechos al imponer el derecho al libre albedrío tendencioso a la exclusión de los considerados “fuera de sistema”.
Los representantes comunistas deberían garantizar estos dos derechos inalienables para no caer en el mismo error dictatorial, represor, esclavista por la ausencia de libertad, de aquellos mismos contra los que están en lucha. Es una ironía fundamentalista, que ambos sistemas representen las dos caras de la misma moneda, siendo que dicha moneda es el sojuzgamiento opresivo y control rígido de la humanidad a una cierta tesitura. Ambos sistemas hablan de libertad, pero ninguno de los dos jamás lo ha proporcionado al cien por ciento de los habitantes del planeta tierra.
Todos los esfuerzos de los distintos sistemas políticos del mundo, debieran estar enfocados a igualar los dos derechos mencionados, y velar para cada individuo pueda hacer uso de los dos, si es que se anhela la proyección de una civilización humanizada. De lo contrario, seguiremos siendo una conglomeración de salvajes aunque nos vistamos con corbatas y vestidos largos hasta los pies como parte de un ignominioso status quo que hasta ahora nunca ha reflejado sapiencia, sino ignorancia.

Precisamente, la concepción de Karl Marx de que: “No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, que el ser social es lo que determina su conciencia”, pone de manifiesto la raíz de todas las distorsiones que le han acaecido al socialismo con el correr de los siglos, porque justamente, la realidad esencial es todo lo opuesto a esta premisa, aunque suene al oído muy elocuente y agradable, porque es la Conciencia del Ser educada permanentemente en los valores humanistas del respeto y el amor, y en los valores humanitarios del servicio solidario hacia los demás, lo que enriquece su ser social. De otro modo, la decadencia natural que trae aparejada todo devenir masificado y globalizado (como en el caso de una sociedad o del ser social), haría que el declive colectivo se imponga también al ser individual, y con esto no habría ninguna esperanza de mejorar ningún sistema por perfecto que se haya concebido.
Ya se sabe muy bien que el individuo masificado pierde su individualidad y responsabilidad para transformarse en la misma masa en la que se fusiona, y está visto que en la mayoría de las veces (por no decir en todas), los resultados son los no deseados, por lo que es menester educar el Ser para que no pierda su identidad y pueda ser capaz de conservar sus valores aun en la multitud y mezclado en la masa colectiva.
De hecho, si el “ser social”, al que Marx hace completamente responsable, llega a decaer por las circunstancias que fueran, sea por cuestiones ambientales (como la contaminación y los cambios climáticos), por la degradación de los recursos naturales (como el desmoronamiento de las fuentes sustentables), por distintos desequilibrios colectivos (como las epidemias o la sobrepoblación) o por la simple cuestión de los vaivenes, avatares y altibajos políticos conducentes a períodos de oscurantismo, es lógico que termine sometiéndose el librepensamiento, y es evidente que la misma esencia del ser humano será inmolada en los campos chatos de la mediocridad y de la más ordinaria materialidad. En este estado decadente se disipa inexorablemente toda valoración de la naturaleza espiritual del ser humano. Cosa que al parecer nunca le interesó a Karl Marx.
La muerte del “ser individual” se consuma con la forzada uniformidad igualitaria que impone el ideal de un “ser social” enmarcado, rotulado y medido con una escala de valores nivelada hacia abajo más que para arriba, entramando un automatismo masivo de normas, reglamentaciones y códigos que termina mecanizando la conciencia.
No es propio coartar las expresividades personales potenciales para establecer las libertades del conjunto, porque esta misma contradicción tiñe de esclavitud al individuo y lo restringe a un mero límite externo estandarizado que anula o condiciona su ilimitada inspiración.
Basarse en estos pilares como conceptos esenciales del comunismo o socialismo, es, sin duda, una perversión y atentado contra el alma artística y creativa de los seres humanos, la cual se expresa naturalmente en una inventiva multifacética que trasciende toda fórmula definida y toda estructura consensuada masivamente, para su aplicación colectiva de manera graduada en idénticos porcentajes para todo el mundo por igual.

Anónimo dijo...

En el comunismo socialista derivado de la teoría marxista, la cual, a su vez se ha nutrido de planificaciones ejemplificadoras de ciertas comunidades antiguas comprendidas en sistemas comunitarios, se ve claramente diluido ese antiguo axioma de elevada sabiduría que dice: “Cada quien ofrece de sí a la comunidad el servicio que está capacitado para brindar, sin embargo, la comunidad le responde a cada individuo ampliamente sin limites de capacidad; y, por otro lado, cada quien se desarrolla plenamente en el obrar dentro de la comunidad, ubicándose en el lugar correspondiente a dicho accionar, sin embargo, la comunidad es equitativa para todos los emprendimientos por igual. Es decir, el individuo trabaja para la comunidad de acuerdo a sus posibilidades, y la comunidad vela por cada individuo sin diferenciar méritos”. Esto es básico. Sin esta premisa se desmorona todo intento socialista.
Pues, ¿quien podría asegurar en una civilización coherente que el trabajo de presidente es más necesario que el de recolectar los desperdicios de la sociedad? ¿Cuál es más meritorio? A mi modesto entender he llegado a considerar en ciertas ocasiones políticas que sin gobierno estaríamos mejor, pero nunca se me ocurriría pensar lo mismo en el caso de prescindir del recolector.

Es decir, tres son medidas a tomar: se ha de preservar la igualdad en los derechos, se ha de permitir la similitud en las obligaciones y se ha de dejar librada la diferencia bien marcada en los resultados que cada uno ha de asumir, porque las consecuencias de toda acción no pueden ser manipuladas por ningún mortal, empero sí es posible procurar que todos los individuos estén en iguales condiciones para el labrado de su propio destino conjuntamente a la proyección comunitaria. Esto último, sí es algo que debe estar en manos de toda organización gubernamental.
Y en el caso de los individuos que no sean capaces, por las razones que fueran, de beneficiarse de las condiciones igualitarias, entonces la comunidad en su conjunto debería responsabilizarse del sustento de estos individuos. Siempre desde la perspectiva humanitaria, ¿no?

Claro que esta organización gubernamental humanitaria parte del mismo individuo, y aquí también es cuando fallan tanto Marx como sus seguidores al no ver que esto sólo es posible mediante recursos democráticos. Marx no quiere estado, sino, antes bien, un pueblo al gobierno; pero en definitiva, cambian las representaciones pero los conceptos y el contenido sigue siendo el mismo. Claro que vamos a coincidir con él en que los gobernantes son empleados del pueblo y que por lo tanto es el pueblo quien debe comandar en última instancia, a sus propios gobernantes, contrario a la idea de mundo capitalista por la que los poderosos (dueños del poder) mandan y el pueblo obedece. Y también coincidamos con Marx que los representantes públicos deben tener un sueldo semejante al de cualquier obrero, «y si no les gusta que abandonen el servicio comunitario como representantes del pueblo, que seguramente habrá muchísima gente que querrá ocupar sus puestos pero más honradamente». (Comentario aparte).

Demoler el estado desde el estado mismo, es decir, volviéndose el estado para acabar con el estado, es una premisa aberrante de Lenin, y está visto que nunca ha funcionado, porque en todo caso, la fuerza que ha logrado demoler al estado se ha vuelto un poder más perverso que el que antes era. De hecho, lo más inteligente sería no destruir, sino transformar el estado en un modelo más humanizado, humanista y humanitario. Por supuesto que esto es más difícil que su abolición, y por lo tanto requiere de una verdadera Revolución.

Las políticas totalitarias de los partidos gubernamentales únicos, carecen de humanismo, porque los pueblos sometidos a estas dictaduras no tienen cómo liberarse de las numerosas enfermedades mentales que pueden acaecerles a sus dirigentes en cualquier momento. Es un hecho comprobado históricamente, el craso error de aquellos idealistas y soñadores que se levantan por una nueva humanidad, aclamando a los cuatro vientos traer una política distinta que restituirá a los pueblos sus riquezas, y sin embargo, con el correr del tiempo ninguno ha podido cumplir estas promesas redentoras, y, ante la decadencia del propio poder por lo impracticable de sus teorías, esgrimieron todo tipo de locuras para seguir sosteniendo infamemente sólo la fachada de una autoridad salvadora.
Es así como el stalinismo intenta abolir la clase pobre y la clase rica tratando de insertarlas en un entorno unificado estandarizado, y lo mismo se puede decir del nazifascismo en otro nivel, que abogó en su tiempo por el exterminio de las diferencias y de las clases pobres y ghettos excluidos, comunidades minoritarias de culturas disímiles, para imponer la perdurabilidad de una sola “raza superior”. Es evidente que en ambos casos se planifican genocidios y holocaustos en función de la expansión de un modelo desquiciado. Inhumano por cierto, que jamás llegaría a buen término, y justamente por el sacrificio sanguinario en el cual se asienta.
Claro que estas políticas marxistas están manchadas con el martirio de muchas víctimas inocentes tal como pesan en el capitalismo democrático imperialista, sólo que los primeros operaron despiadadamente mediante mecanismos salvajes mientras que los segundos, operaran del mismo modo pero impunemente mediante maliciosos y ladinos mecanismos civilizados, diferenciándose sólo en el enfoque autorizado oficialmente o fuera de toda ley.

El marxismo, el comunismo y el socialismo, sólo podrán expresar los tesoros encerrados en sus baluartes concepciones, en el marco de la libertad que tanto pregonan, y obviamente, esta libertad se discute y se desarrolla únicamente en un estado democrático, aunque también es cierto, que la Democracia (con mayúscula) o ese Estado ideal Democrático según la visión de Platón, basado en esa Democracia ateniense del siglo V antes de nuestra era, la cual en este siglo XXI es puro mito y ensoñación lírica, se ha tornado una despiadada mentira por lo que debe ser replanteada íntegramente, tal como se discute en la siguiente y última crítica.

Anónimo dijo...

En este claro hecho de usurpación de la verdadera Democracia (suplantada por el fundamentalismo, el imperialismo y la esclavitud solapada tras la promesa de libertad de los derechos, en la que esconde la discriminación y la explotación de los más débiles y en donde se registran vejaciones indescriptibles por parte de los dueños del poder político, económico y religioso en nombre de la propiedad privada), no veo mal la guerrilla de los líderes como Ho Chi Minh contra el imperio yanqui y francés y contra la coalición traidora de Asia; o la del Che contra el monstruoso sometimiento de la burguesía del norte hacia los del sur; la de Mao contra los poderes seudo democráticos de los ingleses y contra la expansión imperialista asiática (del mismo modo que sostuvo Gandhi contra estos mismos a partir de su combate pacifista); ni tampoco veo mal el poderío del imperio de la antigua URSS (ex Unión República Socialista Soviética) equilibrando al poderío del vigente EEUU o USA (Estados Unidos de América), que irónicamente, estas dos potencias enfrentadas por tanto tiempo llevan en sus máximos nombres las palabras Unión y Unidos.
No los veo mal en este contexto de dualidad, claro, sin entrar en los detalles de sus actos aberrantes, los que se podrían sintetizar en el sistemático hostigamiento marxista contra los derechos humanos y en la perversa autoridad democrática que se siente suficientemente libre e impune como para haber arrojado dos bombas atómicas sobre ciudadanos indefensos japoneses, sin la menor conmiseración, o bien, la de invadir directa o indirectamente otros pueblos de la tierra. En ambos casos las muertes siempre son incontables.

Para concluir, digamos que tampoco contamos con grandes comprobaciones históricas en el proceso de las sociedades, que sean suficientes como para determinar qué tan bueno es el sistema marxista, pues, en cuanto a la ex Unión Soviética nos encontramos con una puesta en práctica a medias del principio original por la distorsión de los conceptos, y, finalmente, por la alta traición de Mijail Gorbachov cuando en 1988 abrazó ante los noticieros del mundo a Ronald Reagan, un abrazó simbólico que derivó en la disolución de la República Socialista. ¿¡Vaya a saber uno, los entramados pactados detrás de estos fraternales encuentros!? ... pero que USA estuvo a la vanguardia de esta estrepitosa caída Rusa no puede ser puesto en duda por nadie.
Así que la historia del marxismo está escrita realmente por los EEUU, por lo que no puede ser tomado ningún punto de referencia como para efectuar una evaluación seria del sistema y hacer una crítica justa, y concluir si sirve o no este sistema. Por ejemplo, el marxismo de Ho Chi Ming en Vietnam fue aplastado y relegado entre los imperios de Francia y EEUU, y la política de Fidel en Cuba ha estado bloqueada económicamente desde sus mismos inicios. Por lo tanto, la historia del comunismo socialista está escrita por los vencedores, y estos no son precisamente los miembros del sistema comunista, sino, los adversarios capitalistas, por lo que no hay manera de saber con exactitud si este sistema realmente es bueno para la humanidad o no lo es.
Todavía no se le ha permitido ser en toda su historia como para poder manifestarse completamente. Esto es lo único que ha ganado EEUU con todos sus ataques y bloqueos: que la humanidad no pueda determinar si este sistema funciona o no.
Aquí entonces se presenta la verdadera diferencia entre ambos, capitalistas y marxistas. El Capitalismo puro ya lo conocemos, mientras que el Marxismo puro nunca lo hemos conocido. No obstante, la crisis de la humanidad está tan avanzada, que no hay tiempo para probar ningún sistema más. Hay que humanizar el sistema que impera en la actualidad, y no buscar políticas mesiánicas.
Asimismo, tampoco podemos tomar como referencia a China, ya que su política difiere bastante de los enunciados de Marx. Los políticos chinos hablan de la “Reforma Marxista”, y decir esto, o bien, que su política nada tiene que ver con los auténticos principios del marxismo original, es exactamente lo mismo. Por eso han llegado fácilmente al famoso principio: “Un País, dos Sistemas”, preparado desde mucho antes del acto ceremonial para la recuperación del imponente Hong Kong capitalista de las manos inglesas, lo que en realidad viene a significar: “el Gobierno Capitalista, el Pueblo Comunista”. Esto sí que en nada se parece a algo soñado por Marx.
Esta política conjugada es muy insensible, por la que es posible convertir a un país subdesarrollado en potencia mundial en pocas décadas al costo del sacrificio popular, ya que mientras el gobierno embolsa todo el dinero de la nación, al pueblo sólo lo contentan con tickets o con un mísero remito para la comida o para la ropa; no con dinero, sino ¡con tickets! Esta política es muy bien observada por los gobiernos de occidente, pero aún no saben cómo implementarla; ahora sí, el día que lo sepan y lo hagan, los pueblos occidentales conocerán el nivel máximo de la explotación.
De todos modos, considerando el hecho de que la población china asciende a casi mil trescientos millones de habitantes, tampoco puede ser demasiado criticado su sistema, ya que sería muy difícil determinar otra política que fuera mejor que la que los ha sostenido hasta el presente.
No obstante, las estrategias mundiales están comenzando a temblar debido al panorama económico globalizado que se pronostica, por lo que podrían suceder tremendas modificaciones en las siguientes décadas. Pues ya está dado que entre China y la India consumen el 65% de la producción de energía generada en el mundo, y como esto continúe en aumento podría significar la carencia de materia energética para occidente. Hasta ahora, además de consumirla, China también la exporta a numerosos países que comercializan sus artículos con la etiqueta “made in china”, por eso mismo, cualquier mínima modificación en la redirección de este mercado externo a uno interno, significará el colapso de toda la organización social de China y del conjunto por la reducción de los inconmensurables ingresos debido a la necesidad de guardarse para sí hasta la última fracción de energía.
Toda la economía mundial pende de un hilo en estos momentos, y hay más que razones suficientes para que en las próximas décadas se produzcan hecatombes sin precedentes. Ya sea por la escasez de recursos naturales, por el agotamiento de las fuentes energéticas, y por el consumo desmedido, son los tres valores que incidirán en la escalada de la tercera guerra mundial nuclear.
Por lo tanto, estamos en un punto altamente crítico, en el cual ya no importa tanto la política que sea, bien de izquierda, de derecha o bien de centro. Todos deben interactuar democráticamente ya que este sistema es el más desarrollado de acuerdo a la situación internacional, y, sobre todo, por responder al voto popular; sin embargo, insisto en esto, se ha de humanizar completamente en toda su estructura y niveles, ya que sólo así se podrá consensuar las alternativas para un mundo mejor. Y es de mínima trascendencia la discusión para determinar si es mejor la democracia proletaria marxista de León Trotsky o la democracia burguesa defendida por Max Weber. Porque la única y mayor trascendencia de todo esto estriba en que, sea cual fuera, ha de ser profundamente sensible en el amplio sentido de la palabra, y por el bien de la humanidad. Quizás nos estemos enfrentando a una de las últimas oportunidades para cambiar el destino.

Anónimo dijo...

Justamente, la respuesta inmediata más inteligente ante los conflictos que se avecinan, es concienciar la forma política más allá del partido que sea, elevando y flexibilizando los criterios para poder orientar los recursos del estado al mejoramiento de la patria en función del equilibrio planetario, en un acuerdo, por supuesto, con todos los demás países, y brindar un rol para cada habitante de la tierra en base a su propia decisión y potencial, con la meta de mejorar la calidad de vida; y abandonar, a su vez, todo interés por la carrera tecnológica armamentista, porque, sólo en este factor estriba el 80% del conflicto político social que no sólo afecta a la china comunista, sino además, a todo el mundo primermundista capitalista y democrático. La amenaza de una declinación económica, la paranoia de ser atacado bestialmente mediante un gran atentado, y el encubrimiento detrás de esto de la necesidad de conquistar mayores recursos, son las tres causas de la tercera guerra mundial.


Al menos, en esta segunda crítica nos queda un aspecto artístico de las políticas de izquierda, y no es poca cosa ni un asunto menor el que todos los dirigentes con inclinaciones marxistas tengan una faceta poética, algo que sin duda alguna hay que destacar, y reconocer que la poesía es una verdadera falencia entre demócratas y capitalistas. No significa que esto haya dejado algo concreto para la humanidad, más que los grandes cambios se inician a partir de la capacidad de soñar con un futuro prometedor.

Anónimo dijo...

Poesías del Karl Marx:

Concluyendo los sonetos a Jenny
“Tómalos, toma estos cantos
en donde todo es melodía,
toma este amor que a tus pies humilde se postra.
El alma, libre se aproxima en rayos brillantes.
¡Oh!, si el eco del canto es tan potente:
para moverse alargado con dulces destellos,
para hacer latir el pulso apasionado que
tu orgulloso corazón erguirá sublime.
Entonces de lejos seré testigo
cómo la victoria te conduce a través de la luz.
Entonces más valiente pelearé por todo
y mi música rugirá en lo alto
transformada mi canción sonará más libre
y en un dulce gemido llorará mi lira.”

“Todavía quedará algo que encontrar,
quien hablará derritiendo suspiros
un fluir de gentiles lágrimas te cegarán
a lo largo de la luz.”

Anónimo dijo...

Poesías del Tío Ho:

Tu Cuerpo Está
“Es tu cuerpo el que está en prisión:
Tu espíritu no puede ser encarcelado.
Cuando más alta pone su meta el corazón,
tanto más ha de estar mejor templado.”

A Sí Mismo
“Sin el glacial invierno, sin el duelo y la muerte,
¿quién apreciar podría. Primavera, tu gloria?
Son un crisol las penas que mi espíritu templa
y con acero puro el corazón me forjan.”

Buen Tiempo
“Todo cambia, es la ley, gira y gira la
rueda de la naturaleza:
tras la lluvia el buen tiempo siempre llega.
En un instante, el mundo se despoja
de sus ropas mojadas, y en diez mil “li” a la redonda
sus tapices brillantes el paisaje despliega.
Al tierno sol, por la brisa ligera acariciada
se abre una flor y cándida sonríe.
Allá arriba, en las ramas más altas, por la lluvia lavadas,
armonizan en coro los pájaros sus cantos.
Llena los corazones la alegría, todo siente el renuevo.
La amargura vencida, deja su sitio al júbilo.
Es la vida.”

Anónimo dijo...

Poesías de Mao:

La Nieve
“Todo el paisaje del norte es de cortinas
hasta casi dos millares de “lis” todos de cristales
y veinte mil millares de “lis” de nieve,
como aspirados por el cielo...
De un lado a otro de la gran muralla,
sólo, sólo, una locura de mar...
Desde las orillas del río Amarillo, aguas arriba y aguas abajo,
su tiempo, ay, no se ve...
Serpientes de plata, bajo el espíritu de una “ti-chi”, las montañas...
Elefantes de visas, sobre las llanuras, las colinas...
¿Y si pusiéramos frente a los cielos nuestra altura?
Cuando los días parecen mirarse
y ser ya, se diría, unas ideas de flores,
la gracia de la tierra es el pudor que sorprende al alba misma
en su blancura de niña...
Tal es el misterio de estas montañas y estos ríos
que llaman a los héroes a quemarse, cada cual más puramente,
para que les devuelvan, con lo demás, esa nube...
Los emperadores Chi Huang y Wou Ti, no podían abrir, casi, nuestros signos...
Los emperadores Tai Tsung y Tsi Tsu nunca se estremecían.
Gengis Khan era una arco, sólo un arca, en una tensión contra las águilas...
Ellos son el ayer. Y únicamente hoy,
en el aire de los llamados, hasta aquél que, se creería, aún no es,
las briznas del corazón...”

Anónimo dijo...

Poemas del Che:

Palenque
“Algo queda vivo en tu piedra
hermana de las verdes alboradas
tu silencio de manos
escandaliza las tumbas reales.
Te hiere el corazón la piqueta indiferente
de un sabor de gafas abigarradas
y te golpea el rostro la procaz ofensa
del estúpido “¡oh!” de un gringo turista.
Pero tiene algo vivo.
Yo no sé qué es.
La selva te ofrenda un abrazo de troncos
y aún la misericordia de sus raíces.
Un zoólogo enorme muestra el alfiler
donde prenderá tus templos para el trono.
Y tú no mueres todavía.
¿qué fuerza te mantiene
más allá de los siglos
viva y palpitante como en la juventud?
¿qué dios sopla, al final de la jornada
el hálito vital en tus estelas?
¿Será el sol jocundo de los trópicos?
¿por qué no lo hace en Chechén-Itzá?
¿Será el abrazo jovial de la floresta
o el canto melodioso de los pájaros?
¿Y por qué duerme más hondo a “Quiriguá”?
¿Será el tañir del manantial sonoro
golpeando entre los riscos de las sierras?
Los incas han muerto, sin embargo.”

Y Aquí
“«Soy mestizo», grita un pintor de paleta encendida,
«soy mestizo», me gritan los animales perseguidos,
«soy mestizo», claman los poetas peregrinos,
«soy mestizo», resume el hombre que me encuentra
en el diario dolor de cada esquina,
y hasta el enigma pétreo de la raza muerta
acariciando una virgen de madera dorada:
«es mestizo este grotesco hijo de mis entrañas».
Yo también soy mestizo en otro aspecto:
en la lucha en que se unen y repelen
las dos fuerzas que disputan mi intelecto,
las fuerzas que me llaman sintiendo de mis vísceras
el sabor extraño de fruto encajonado
antes de lograr su madurez de árbol.
Me vuelvo en el límite de la América hispana
a saborear un pasado que engloba el continente.
El recuerdo se desliza con suavidad indeleble
con el lejano tañir de una campana.”

Autorretrato Oscuro
“De una joven nación de raíces de hierbas
raíces que niegan la rabia de América
vengo a ustedes, hermanos norteños.
Cargado de gritos de desaliento y de fe
vengo a ustedes, hermanos norteños,
vengo de donde venimos los «homo sapiens»
devoré kilómetros en ritos trashumantes
con mi materia asmática que cargo como una cruz
y en la extraña entrada de metáfora inconexa.
La ruta fue muy larga y muy grande la carga,
persiste en mí el aroma de los pasos vagabundos
y aún en el naufragio de mi ser subterráneo,
a pesar que se anuncia orillas salvadoras
nado displicente contra la resaca
conservando intacta la condición de náufrago.
Estoy solo frente a la noche inexorable
y a cierto dejo dulzón de los billetes
Europa me llama con voz de vino añejo
aliento de carne rubia, objetos de museo.
Y en la clarinada de países nuevos
yo recibo de frente el impacto difuso
de la canción, de Marx y Engels
que Lenin ejecuta y entonan los pueblos.”

Anónimo dijo...

Crítica a la Democracia

Entremos ahora en la última crítica antes de plantear una alternativa viable y unos pocos conceptos para impulsar la refundación de los valores esenciales correspondientes a una civilización más comprometida con la vida y responsable de sus actos. Claro que estos valores no son algo que vayan a inventarse ahora, sino, que son extraídos de aquellos tiempos considerados como “la edad de oro” o época dorada de la humanidad.

La presente crítica está dirigida a la democracia en sí, principalmente a las distorsiones que han logrado ampararse en el mito de la libertad que gran parte de la humanidad (hasta los más empobrecidos), han sabido creerse.
Por lo tanto, digamos para empezar, que la democracia es el medio más representativo de una humanidad integrada, y, a su vez, participativa en el labrado del destino glorioso de una sociedad evolucionada, cuyo sistema permite supervisar un esquema planificado del uso de las riquezas nacionales y del planeta tierra para el bien de toda la humanidad.
¡Lástima que hasta ahora nunca se ha logrado aplicar las virtudes democráticas de la antigua Atenas que inspiraron a Platón!

Ante todo, ubiquémonos en la situación en la que se encuentra la democracia mundial en estos momentos, tomando como ejemplo el escenario imperialista. Comencemos, pues, con el hecho puntual histórico en el cual nos encontramos hoy.
Reconozcamos que ya se ha iniciado la tercera guerra mundial a partir de la intervención aliada de la coalición en el golfo de Kuwait en 1990 con la “Tormenta del Desierto” y agravado con el atentado 11/9 sobre las Torres Gemelas (2001) como consecuencia del ataque anterior. A partir de este hecho, se fijó y delineó al enemigo bajo título: “Eje del Mal”.
Esta tercera guerra mundial, librada en principio contra países no organizados como lo fue la guerra contra Afganistán el 07/10/2001 y la guerra contra Irak en 2003, se orienta ahora al enfrentamiento bélico sin precedente contra países organizados nuclearmente armados como Corea del Norte, Irán y Siria (incorporado recientemente en 2008), y otros países que se irán sumando tan pronto se desate completamente la mayor de todas las guerras, lo que podría llegar a ser el último holocausto.
Sólo es cuestión de tiempo, pero no pasará mucho más, porque el imperialismo occidental se siente amenazado de perder su civilización democrática y no se arriesgará a ser víctima de un atentado atómico o de armas químicas de destrucción masiva. Por eso, es indudable que en cualquier momento atacarán primero, antes que ocurra lo otro. El Papa Benedicto XVI ya ha dado su explicito consentimiento encubierto tras su visita a los EEUU, con la excusa de pedir perdón por los actos aberrantes de muchos sacerdotes en territorio norteamericano. Asemejándose mucho esto, al inolvidable abrazo entre Gorbachov-Reagan y el pacto encubierto detrás de este acto fraterno.
Por lo tanto, éste es el panorama con el que nos enfrentamos para efectuar una crítica justa a la sagrada democracia que ha prodigado poca libertad y mucho libertinaje, y que ha sabido sacrificar en los altares de la
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La solución en un Nuevo Sistema alternativo

Crítica Social y Cultural - Fundamento de la Anarquía
Según el teorema de incompletitud de Gödel: “Ningún sistema consistente se puede usar para demostrarse a sí mismo”, y aplicado según la teoría de Penrose: “El cerebro y la mente son conformaciones estructurales separadas que interactúan desde planos diferentes”.

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